La leyenda de las Degolladas 2 (El degüello). Cantiga 151.

Con música de la cantiga 151 de Alfonso X, el Sabio, y letra de J. M. Grande presentamos la animación de la segunda parte de esta leyenda valdaviesa. 


La leyenda de las degolladas
(El degüello)

Los mendigos allí encontraban el calor,
su comida cada hambriento probó
y nunca la pagó.

Cain, planeaba la ocasión
de vengar la predilección de Dios: su don.

No podían consentir que unas mujeres así
prosperaran con su vida feliz
de amor, como santas de Dios.

Eran brujas o peor,
el demonio con disfraz de mujer, tal vez.

"Vamos alli -vereis- estan solas las tres;
fáciles de robar y después matar.
Tu deber, tu misión, lo quiere Dios:
¡No os arrepentireis!

¡Vámonos hacia allí!  ¡Demos una lección!
se sabrá que manda el varón como bien dijo el Señor.

Degolladas así, la sangre se derramó
sobre el suelo; la fuente se tiñó
de púrpura color.

Después a la ermita se arrasó;
nada en pie allí se quedó: ¡Ten piedad, Señor!

Con el fuego se acabó aquel sueño: la ilusión,
el trabajo, la contemplación
y la liberación...

Abel por tres veces murió
en tres cuerpos de mujer... !Dios, qué gran error!

VERSIONES ORIGINALES

"El Clérigo Lujurioso" (Instrumental) · Eduardo Paniagua · Música Antigua · Jaime Muñóz · Enrique Almendros · Eduardo Paniagua · Alfonso X El Sabio



Sempr' a Virgen
- 151 -

Esta é dun crerigo que onrrava as eigrejas de Santa Maria
e guardava os sabados, pero que era luxurioso.



Sempr' a Virgen, de Deus Madre, busca vias e carreiras
per que os seus tirar possa de mal per muitas maneyras.

Dest' un fremoso miragre vos direy que fez a Virgen, Madre de Deus groriosa,
por un crerigo que muito a onrrava; mais fazia ssa vida lussuriosa
sempre con maas molleres, e casadas e solteyras,
nen virges non queria leixar, nen monjas nen freiras.

Sempr' a Virgen....

Macar tod' esto fazia, da Virgen, de Cristus Madre, sempr' as eigrejas onrrava
e vigias de sas festas jajava, e sen esto os sabados ben guardava,
porque non podess' o demo leva-lo a sas barreiras
e que sempr' a Virgen santa oysse as sas pregueiras.

Sempr' a Virgen....

Mas ha noite ll' avo que a ha barragãa sua foi, que ben queria,
e por sse deitar con ela catou per ha festra, e viu de Santa Maria
a eigreg' e os altares e reluzir as vidreiras;
enton leixou de deitar-se e foi-sse per has eiras.

Sempr' a Virgen....

Outra vez tornou a ela, e ela lle preguntava porque a assi leixara.
El respos: «Porque da Virgen beita, Santa Maria, a ssa eigreja catara;
mas serra,» diss' el, «as estras con portas e con esteiras,
que a eigreja non possa veer nen sol end' as beiras.»

Sempr' a Virgen....

Ela serrou as festras o mais de rrijo que pode, que non viss' el ren de fora.
E pois que foron deitados, vo un vento tan forte que as abriu a desora;
e viu logo a eigreja, lampadas e lumeeiras.
E foi-ss' e leixou a dona con todas sas covilleiras,

Sempr' a Virgen....

E connoceu seu pecado e fezo-sse logo monge dun mõesteiro que era
preto dali. E por ele demostrou Santa Maria outra maravilla fera;
ca ll' aposeran un furto lenguas maas mentireiras,
dizendo del muitas cousas que non eran verdadeiras.

Sempr' a Virgen....

Sobr' esto foron juntados no logar muitos abades pora saber este feyto,
e sospeytavan o monge. Mas a Virgen, de Deus Madre, o livrou ben daquel preito;
ca u el ant' os abades non duas vezes senlleiras
passava, mostruo-vo-ll' ela sinaes d'amor certeyras.

Sempr' a Virgen....

Ca enquant' el os gollos ficav' e «Ave Maria» dizia mui simpremente
aa Virgen, de Deus Madre, contra el sse levantava, veendo-a essa gente.
E muit' a Virgen loaron, que non ouve conpanneiras
en seus feitos e que sempre faz sas mercees enteiras.

Sempr' a Virgen....

E por esto foi o monge escusado daquel furto, de que o mal sospeitavan;
e todos esses abades logo pera el veron e perdon lle demandavan,
tollend' os frocos das testas e descobrind' as moleiras
pola Virgen, cujas obras son sempre dereitureiras.

Sempr' a Virgen....


RESUMEN ADAPTADO
"El sacerdote que renunció a su amante"
(Sempr' a Virgen, de Deus Madre/ busca vias e carreiras)

Un sacerdote veneraba mucho a la Virgen; ayunaba en la víspera de sus días de fiesta y observaba los sábados.

Sin embargo, era muy lujurioso y continuó acostándose con todo tipo de mujeres. Una noche visitó una de sus queridas. Entonces, cuando estaba a punto de acostarse con ella,  miró por la ventana y vio una iglesia dedicada a María.

Impulsado por la visión salió al patio y luego regresó con la mujer. Cuando ella le preguntó por qué la había dejado, le explicó que había visto la iglesia. Entonces le ordenó que cerrara las ventanas para ocultarlo de la vista.

Ella atrancó las ventanas y se acostó con el sacerdote, pero una gran ráfaga de viento las abrió. El sacerdote volvió a ver la iglesia,entonces dejó a la mujer, confesó sus pecados y se incorporó a un monasterio.

Más tarde, fue acusado falsamente de un robo. Los abades se reunieron para juzgar el caso. Cuando el monje acusado se arrodilló y dijo "Ave María", la Virgen apareció a su lado y todos la vieron. En consecuencia, el monje fue absuelto de la acusación y los abades le pidieron perdón.


     


Comentarios

  1. De los tres cuerpos o capítulos breves en que se divide esta historia, este es el más determinante; pero la música no me acaba de convencer. Las música de las cantigas no se prestan al dramatismo que quiero imponer en el relato. Con todo, he escogido uno de los temas que, por ritmo e instrumentación, me parecen más adecuados. Es un tanto difícil adecuar la letra a esta música, pero el resultado es aceptable. Tenemos cientos de joyas musicales en el cancionero de Alfonso X que, además se prestan muy bien, a los cantos religiosos ceremoniales al estilo de los que se entonan en las iglesias castellanas. Si escuchamos las versiones publicadas por los estudiosos a menudo nos sorprenden con matices mucho más populares y festivos (las transcripciones de los textos originales suelen ser un poco frías).

    También ocurre que los textos de las cantigas (como en este caso) no tienen nada que ver con el relato al que lo hemos adaptado. En este caso la melodía que sirve para acompañar el cuento de un sacerdote libidinoso la empleo para describir violaciones y degüellos. Asombrosa la música.

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