Las cinco y diez ("Las cuatro y diez", Luis Eduado Aute)
Con música de Luis Eduardo Aute en "Las cuatro y diez"
"LAS CINCO Y DIEZ"
(Jesús Marcial Grande Gutiérrez
14 de septiembre de 2019)
Era en el cine Atalaya
"Opera prima" ponía en el cartel.
Tú me invitaste esa tarde;
tú, mi alumna, entonces acepté.
Tú eras mi "ópera prima";
vivía solo, no sabía qué hacer.
Tú te sentaste a mi lado:
te miraba, sin podérmelo creer.
Matías junto a Violeta
excitado, sin poderse contener...
Yo no aguantaba de risa
y en la escena de la cama me lancé:
"Es un orgasmo -te dije-
visual" (¿De dónde lo saqué?)
Tú, con cara de sorpresa,
pensaste: ¡Qué bestia debe ser!
Luego quedamos más veces
en Arganda no había mucho que hacer.
Escuchábamos en el Bianca
"Noches de blanco satén"
Paseos por la Dehesa
con tu hermana y su novio también...
Pero recuerdo esa peli:
la sesión de las cinco y diez.
********
(Jesús Marcial Grande Gutiérrez
14 de septiembre de 2019)
Era en el cine Atalaya
"Opera prima" ponía en el cartel.
Tú me invitaste esa tarde;
tú, mi alumna, entonces acepté.
Tú eras mi "ópera prima";
vivía solo, no sabía qué hacer.
Tú te sentaste a mi lado:
te miraba, sin podérmelo creer.
Matías junto a Violeta
excitado, sin poderse contener...
Yo no aguantaba de risa
y en la escena de la cama me lancé:
"Es un orgasmo -te dije-
visual" (¿De dónde lo saqué?)
Tú, con cara de sorpresa,
pensaste: ¡Qué bestia debe ser!
Luego quedamos más veces
en Arganda no había mucho que hacer.
Escuchábamos en el Bianca
"Noches de blanco satén"
Paseos por la Dehesa
con tu hermana y su novio también...
Pero recuerdo esa peli:
la sesión de las cinco y diez.
********
__________VERSIÓN ORIGINAL__________
Las cuatro y diez
Luis Eduardo Aute
Fue en ese cine, ¿te acuerdas?,
en una mañana al este de Edén,
James Dean tiraba piedras
a una casa blanca, entonces te besé.
Aquélla fue la primera vez,
tus labios parecían de papel,
y a la salida en la puerta
nos pidió un triste inspector nuestros carnets.
Luego volví a la academia
para no faltar a clase de francés,
tú me esperaste hora y media
en esta misma mesa, yo me retrasé.
¿Quieres helado de fresa
o prefieres que te pida ya el café?.
Cuéntame como te encuentras,
aunque sé que me responderás: muy bien.
Ten, esta foto es muy fea,
el más pequeño acababa de nacer.
Oiga, me trae la cuenta,
calla, que fui yo quien te invitó a comer.
No te demores, no sea
que no llegues a la hora al almacén;
llámame el día que puedas,
date prisa que ya son las cuatro y diez.
En nuestras Bodas de Coral (35 años de casados) escribo esta versión de la mítica canción de Luis Eduardo Aute personalizando los protagonistas en nosotros mismos, allá en la época que nos conocimos. Es un homenaje a nosotros mismos en la época en que empezamos a salir. Es completamente autobiográfica y tanto letra como fotografías se corresponden a espacios y situaciones reales.
ResponderEliminar"Las cuatro y diez" apareció por primera vez en el mercado musical en el primer disco de la cantante Rosa León en 1972. Diez años después nos conocimos bajo el espíritu de las melodías y letras de L. E. Aute.
Añado algún apunte sobre este autor al que recientemente ("Autebiografía") se la ha rendido homenaje.
ResponderEliminar"Cantautor, poeta, músico, pintor… Luis Eduardo Aute es un artista total. Y el cine tampoco le es ajeno."
"En muchas de sus canciones, como en Las cuatro y diez o Mira que eres canalla, se cuelan, como no podía ser de otra manera, referencias cinematográficas. “Muchos de sus temas son como pequeñas películas de François Truffaut”dice Gaizka Urresti. “Tienen ese tono de la Nouvelle Vague, pero él es más humanista y está más cerca de Truffaut que de Godard”.
"El pintor que nunca pensó en cantar lleva enzarzado en la música más de cuatro décadas. Y no de cualquier manera. Logró parar los relojes a las cuatro y diez, convertir una canción de amor (Al alba) en un himno contra la pena de muerte, extender Albanta -uno de sus discos- como nombre de niña, hacer poesía de una masturbación, meter a Dios en las camas y al cine en las canciones. Y eso que sólo pasaba por allí, que lo suyo eran los lienzos..."
"Toma notas aquí y allá. Un día las ordena, otro las acompaña con la guitarra. Y luego, sin que sepa cómo, sale una canción. "No sabría explicar cómo se han hecho, pero tengo la sensación de que ya existían, que estaban escondidas en algún sitio". Así ha creado casi 400..."
"Casi todas ellas hablan -o fabulan- sobre él, un inseguro pelín tímido que escarba en lo más íntimo para componer. "El subterfugio de comunicarte a través de un medio tal vez desinhibe. A lo mejor no sé bien de qué, pero sí de que tengo ganas de hablar con un interlocutor imaginario que está de acuerdo conmigo en todo". Nada más íntimo que el sexo, Dios o la muerte, la trinidad recurrente en la discografía de Aute. Una trinidad que comparte con Leonard Cohen y, al 66%, con Woody Allen: el cineasta que mejor ha psicoanalizado a los judíos deja fuera a Dios..."
""Una canción es un estado de ánimo, soy incapaz de escribir dos palabras juntas si no tengo el estado de ánimo. Cualquiera escribe una canción, pero no cualquiera escribe una con razón de ser". Uno de los pocos poemas ajenos que ha musicado es el último que escribió el portugués Fernando Pessoa, What matters is just you. Desde entonces le da vueltas a un disco con últimos poemas (ha seleccionado ya a Machado, Rilke y Eluard). "No son nada terribles, suelen ser tremendamente inocentes, blancos, como el primero..."
"Y se emociona con la misma naturalidad con la que antes ha confesado que le queda una canción por hacer: "La persigo desde que empecé a escribir. Cuando haga esa canción, ya no haré ninguna más".
"En 2016 Luis Eduardo Aute sufrió un ataque al corazón. Desde entonces no aparece públicamente. Pere le seguimos imaginando como siempre: pintando, ideando canciones y poemas y viendo y recordando sus películas favoritas..."