Y yo empujé ("Aline" - Christophe)

Con música de "Aline" de Christophe

"Y YO EMPUJÉ"
(LETRA: Jesús Marcial Grande G.  @ 2019)

Deprisa yo entré
al excusado,
atormentado,
me desabroché.

Bajé el pantalón,
subí la tapa.
Me abrí de patas
con preocupación.

Y yo empujé, grité, 
¡Ahora!  ¡Has de salir!
Y yo lloré, lloré. 
Oh, cuanto padecí.

Después intenté
parar, relajarme,
intentar dejarle
y no insistir...

¡No pudo ser!
La tripa prieta,
triste en mi trono
allí quedé.

Y yo grité, grité, 
¡Dios mío, dejalo salir!
Y yo lloré, lloré. 
Oh, cuanto padecí.

Y me abroché,
sintiendo la pena,
aquellas  ganas,
que allí no sacié.

Y yo grité, grité, 
¡Dios mío! ¿Por qué esto a mí?
Y yo lloré, lloré, 
Oh, cuanto padecí.

Y yo grité, grité, 
¡Dios mío! ¿Porque esto a mí?
Y yo lloré, lloré, 
Oh, cuanto padecí.

*******

DESCARGAR MIDI




_______VERSIÓN ORIGINAL________
Aline
(Christophe)

J'avais dessiné sur le sable
Son doux visage qui me souriait
Puis il a plu sur cette plage
Dans cet orage, elle a disparu
Et j'ai crié, crié, Aline, pour qu'elle revienne
Et j'ai pleuré, pleuré, oh! j'avais trop de peine
Je me suis assis près de son âme
Mais la belle dame s'était enfuie
Je l'ai cherchée sans plus y croire
Et sans un espoir, pour me guider
Et j'ai crié, crié, Aline, pour qu'elle revienne
Et j'ai pleuré, pleuré, oh! j'avais trop de peine
Je n'ai gardé que ce doux visage
Comme une épave sur le sable mouillé
Et j'ai crié, crié, Aline, pour qu'elle revienne
Et j'ai pleuré, pleuré, oh! j'avais trop de peine
Et j'ai crié, crié, Aline, pour qu'elle revienne
Et j'ai pleuré, pleuré, oh! j'avais trop de peine

Autores de la canción: Daniel Georges Jacq Bevilacqua

Comentarios

  1. Sin pretender ser irrespetuoso, ni frivolizar -e incluso burlarme groseramente- del amor perdido al que se refiere el tema original; el tono y las palabras de la canción me sugieren una situación mucho más terrenal y perentoria. Las necesidades básicas de las personas, aquellas que resultan imperiosas, ineludibles, urgentes... todos las conocemos y no hace falta dar muchas explicaciones. Todos hemos insistido, gritado, llorado al no poder satisfacerlas (y el que no, alguna vez le ocurrirá y entonces lo comprenderá). Teníamos un profesor en psicopedagogía, un tal Ureña, un poco extravagante que nos decía literalmente que el mayor placer del ser humano era "defecar". Ahora lo entiendo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario