Mamá, papá (artículos)
Comentarios
Esta es una canción de Brassens muy diferente y muy especial. Es la primera que escribió Brassens, habiendo sido compuesta durante el STO (Servicio de Trabajo Obligatorio) en el campo de trabajo de Basford en 1943. Es una expresión simple y llana de un profundo sentimiento personal. No puede ser otra cosa, porque intenta describir a sus padres sus sentimientos de amor y gratitud hacia ellos y les pide disculpas por su mala conducta pública en un período salvaje de la adolescencia. Este comportamiento deshonró a la familia y les causó mucha angustia y dolor.
Las primeras canciones de Brassens en 1938, bajo la evidente influencia de Charles Trenet, fueron canciones alegres, despreocupadas, llenas de ritmo, de sol, de flores y amoríos. No olvidemos que Brassens tenía solo 18 años y se sometía al gusto de la época: "Ya sabía que eran canciones comerciales. Eran peores de lo que podía escribir y era muy consciente de ello. Pero a la gente le gustaban y seguía componiendo". Sin embargo, pese a estas canciones, componía epigramas zahiriendo a tal compañero o a cuál profesor. Aquí se muestra ya el verdadero Brassens, el futuro autor del "Gorile" o del "Pornographe". Esta mezcla de prudencia y agresividad, de generosidad y de inhibición, quizás se deba al carácter y origen de sus padres, dos personas de temperamentos muy distintos. Su madre, italiana y ferviente católica, era muy comunicativa y exuberante. Su padre, descendiente de nórdicos, era librepensador, reservado y púdico en la expresión de sus sentimientos. Ejercía el viejo Brassens el oficio de albañil e hizo, como se dice, "muchos sacrificios" para dar estudios a su hijo. Brassens recibió una educación católica por deseo de su madre, llegando a hacer la primera comunión. Primera y última, quizá, pues pronto se separó de la religión. También se tuvo que separar de sus padres para terminar con el oprobio, la vergüenza y las murmuraciones de los vecinos por un episodio de robo en que se vio involucrado.
Maman, papa (1952) Esta canción no pertenece a la discografía original de Georges Brassens sino en la de Patachou, con la que la canta a dúo en una grabación el 23 de octubre de 1952. Maman, papa, (presentada por Brassens el 31 de mayo de 1944), es una de sus canciones más autobiográficas. Fue escrita en Basdorf y cantada por primera vez a su amigo René Iskin, quien guardará buenos recuerdos de él durante toda su vida. Como de costumbre, Brassens revisó el texto varias veces antes de ofrecer a Patachou su versión final. La cantante lo aceptó de buen grado, incluso le dijo: "Escucha, George, canciones como El gorila, La mala reputación, Cuerno de Uro, El sepulturero... estas no son canciones para mí; las vas a cantar tú después del show". Así nació, a los 31 años, el intérprete Brassens. A partir de ese momento nada pudo detener el ascenso del poeta más prodigioso de la canción. Mamá, papá es la canción que a muchos niños les hubiera gustado cantar, es la ofrenda que a muchos padres les hubiera gustado escuchar. Brassens pertenecía a una generación a la que le resultaba vergonzoso expresar sus sentimientos con demasiada fuerza. Había que buscar el "te amo" en otro lugar que no fuera en las ruidosas efusiones. A veces el amor se revela mucho más en la aparente banalidad de un gesto cotidiano, en la timidez de una sonrisa, que en grandes declaraciones. Para los padres Brassens (¡y para los nuestros!) la ternura se alimentaba a menudo más del silencio que de la confesión ("Sin embargo, nos queríamos aunque no lo admitiéramos"...), que del afecto del que, sin embargo, no podían prescindir. La vida nos enseña moderación; pero puede que esta no sea su mejor lección. Este retorno a la infancia, más allá de su éxito, sorprendió a muchos. Resulta que el oso grande, el anarquista, el rebelde; comienza su carrera con un himno conmovedor compuesto para sus viejos: "Mamá, papá, haciendo esta canción Mamá, papá, me convierto en un niño". Esta canción, nacida de la guerra, la distancia, la nostalgia; fue para este hombre modesto el subterfugio sutil con que mostrar el apego a sus padres. El tema se repetirá mucho después en Los cuatro bachilleres, El huérfano ... ¿No se había expresado ya lo esencial en esta primera canción, alegre a pesar de la crueldad de la época, que será para él un escape, una carta enviada a sus padres...? En este swing nacido de un blues dice palabras nacidas de su corazón: "Mamá, mamá, te prefiero a mis juegos locos [...] para quedarme de rodillas y, sin decir una palabra, escuchar tus encantadores estribillos..." Brassens le confesará a André Sève: “Mi madre aprendía sistemáticamente las canciones que le gustaban […], les pedía a sus amigos que le completaran la letra que le faltaba, lo anotaba todo en un gran cuaderno. ¡Y cantaba, cantaba! Viví en bañado por canciones…”. En una entrevista dirá de su padre: “En ese momento, los padres estaban en su lugar, demasiado lejos de nosotros, los respetábamos. Hoy creo que mi padre hubiera sido mi amigo, mi confidente”. Esta canción de juventud, Georges no la volverá a cantar nunca. A la muerte de sus padres, Brassens se ablandará un poco. Estaba cantando en Marsella cuando de repente se enteró de la muerte de su madre. Elvira nunca lo había visto cantar porque, decía con ternura: "Mi hijo está diciendo tonterías". Brassens hará el viaje de regreso durante el día para poder estar en su gira de nuevo en el Alcázar por la noche. Pierre Nicolas nos contará que, esa noche, después de haber cantado La Marche nuptiale, el poeta vino a decirle, con lágrimas en los ojos: "Esta noche, por primera vez, me ha visto cantar ..."
Brassens actuó a dúo con Patachou el 23 de diciembre de 1952 acompañado por Léo Clarens y su orquesta presentando esta canción en una magnífica interpretación jazzística. Patachou continuó con su apoyo a la música de Brassens y en diciembre de 1952 lanzó un disco de larga duración con su propia interpretación de varias canciones de Georges Brassens. El disco se titula: "Patachou chante Brassens". Fue a través de Patachou que conoció al bajista, Pierre Nicolas, un consumado músico. Se convertiría en el acompañante de larga data de Brassens, quien le brindó el apoyo sólido que necesitaba para actuar en público, siempre un suplicio para Brassens. Los fans de Brassens sienten un profundo sentimiento de gratitud hacia esta decidida mujer.
Esta es una canción de Brassens muy diferente y muy especial. Es la primera que escribió Brassens, habiendo sido compuesta durante el STO (Servicio de Trabajo Obligatorio) en el campo de trabajo de Basford en 1943. Es una expresión simple y llana de un profundo sentimiento personal. No puede ser otra cosa, porque intenta describir a sus padres sus sentimientos de amor y gratitud hacia ellos y les pide disculpas por su mala conducta pública en un período salvaje de la adolescencia. Este comportamiento deshonró a la familia y les causó mucha angustia y dolor.
Las primeras canciones de Brassens en 1938, bajo la evidente influencia de Charles Trenet, fueron canciones alegres, despreocupadas, llenas de ritmo, de sol, de flores y amoríos. No olvidemos que Brassens tenía solo 18 años y se sometía al gusto de la época: "Ya sabía que eran canciones comerciales. Eran peores de lo que podía escribir y era muy consciente de ello. Pero a la gente le gustaban y seguía componiendo". Sin embargo, pese a estas canciones, componía epigramas zahiriendo a tal compañero o a cuál profesor. Aquí se muestra ya el verdadero Brassens, el futuro autor del "Gorile" o del "Pornographe". Esta mezcla de prudencia y agresividad, de generosidad y de inhibición, quizás se deba al carácter y origen de sus padres, dos personas de temperamentos muy distintos. Su madre, italiana y ferviente católica, era muy comunicativa y exuberante. Su padre, descendiente de nórdicos, era librepensador, reservado y púdico en la expresión de sus sentimientos. Ejercía el viejo Brassens el oficio de albañil e hizo, como se dice, "muchos sacrificios" para dar estudios a su hijo. Brassens recibió una educación católica por deseo de su madre, llegando a hacer la primera comunión. Primera y última, quizá, pues pronto se separó de la religión. También se tuvo que separar de sus padres para terminar con el oprobio, la vergüenza y las murmuraciones de los vecinos por un episodio de robo en que se vio involucrado.
(Comentarios de fuente no datada)
Maman, papa (1952) Esta canción no pertenece a la discografía original de Georges Brassens sino en la de Patachou, con la que la canta a dúo en una grabación el 23 de octubre de 1952. Maman, papa, (presentada por Brassens el 31 de mayo de 1944), es una de sus canciones más autobiográficas. Fue escrita en Basdorf y cantada por primera vez a su amigo René Iskin, quien guardará buenos recuerdos de él durante toda su vida. Como de costumbre, Brassens revisó el texto varias veces antes de ofrecer a Patachou su versión final. La cantante lo aceptó de buen grado, incluso le dijo: "Escucha, George, canciones como El gorila, La mala reputación, Cuerno de Uro, El sepulturero... estas no son canciones para mí; las vas a cantar tú después del show". Así nació, a los 31 años, el intérprete Brassens. A partir de ese momento nada pudo detener el ascenso del poeta más prodigioso de la canción. Mamá, papá es la canción que a muchos niños les hubiera gustado cantar, es la ofrenda que a muchos padres les hubiera gustado escuchar. Brassens pertenecía a una generación a la que le resultaba vergonzoso expresar sus sentimientos con demasiada fuerza. Había que buscar el "te amo" en otro lugar que no fuera en las ruidosas efusiones. A veces el amor se revela mucho más en la aparente banalidad de un gesto cotidiano, en la timidez de una sonrisa, que en grandes declaraciones. Para los padres Brassens (¡y para los nuestros!) la ternura se alimentaba a menudo más del silencio que de la confesión ("Sin embargo, nos queríamos aunque no lo admitiéramos"...), que del afecto del que, sin embargo, no podían prescindir. La vida nos enseña moderación; pero puede que esta no sea su mejor lección. Este retorno a la infancia, más allá de su éxito, sorprendió a muchos. Resulta que el oso grande, el anarquista, el rebelde; comienza su carrera con un himno conmovedor compuesto para sus viejos: "Mamá, papá, haciendo esta canción Mamá, papá, me convierto en un niño". Esta canción, nacida de la guerra, la distancia, la nostalgia; fue para este hombre modesto el subterfugio sutil con que mostrar el apego a sus padres. El tema se repetirá mucho después en Los cuatro bachilleres, El huérfano ... ¿No se había expresado ya lo esencial en esta primera canción, alegre a pesar de la crueldad de la época, que será para él un escape, una carta enviada a sus padres...? En este swing nacido de un blues dice palabras nacidas de su corazón: "Mamá, mamá, te prefiero a mis juegos locos [...] para quedarme de rodillas y, sin decir una palabra, escuchar tus encantadores estribillos..." Brassens le confesará a André Sève: “Mi madre aprendía sistemáticamente las canciones que le gustaban […], les pedía a sus amigos que le completaran la letra que le faltaba, lo anotaba todo en un gran cuaderno. ¡Y cantaba, cantaba! Viví en bañado por canciones…”. En una entrevista dirá de su padre: “En ese momento, los padres estaban en su lugar, demasiado lejos de nosotros, los respetábamos. Hoy creo que mi padre hubiera sido mi amigo, mi confidente”. Esta canción de juventud, Georges no la volverá a cantar nunca. A la muerte de sus padres, Brassens se ablandará un poco. Estaba cantando en Marsella cuando de repente se enteró de la muerte de su madre. Elvira nunca lo había visto cantar porque, decía con ternura: "Mi hijo está diciendo tonterías". Brassens hará el viaje de regreso durante el día para poder estar en su gira de nuevo en el Alcázar por la noche. Pierre Nicolas nos contará que, esa noche, después de haber cantado La Marche nuptiale, el poeta vino a decirle, con lágrimas en los ojos: "Esta noche, por primera vez, me ha visto cantar ..."
(Comentarios extraídos de la página francesa “Amigos de Brassens” en traducción libre)
Comentarios
Publicar un comentario