Los rebotes (artículos)

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Es esta una de sus últimas canciones; aparte de ser la que más se acerca a eso que llaman canción autobiográfica (en suma, que ha puesto Brassens en primera persona añoranzas de su primera juventud). Lo que más atrae del tema es la gracia de su música saltarina y la rápida evocación, enlazada con la aventura amorosa, de un París bien querido por muchos. La adaptación -sigue comentando Gª Calvo- me han obligado a qué sé yo cuántos ingenios y licencias (pero en lo de realizar rimas en palabras truncadas (versos 17, 23, 41, 100, 101 y 107) Brassens mismo ponía precedentes y, mejor aún, tales rimas suenan bien con esta música). Junto con algunas alteraciones más o menos afortunadas; y la evocación de París he dejado de lado muchas alusiones, y hasta nombres, que acaso sean malas de apreciar para oyentes o lectores que no hayan vivido en ese contexto. Confiemos en que, con todo, este laborioso traslado les traiga a las gentes de mi lengua algo de la gracia de la canción, y que sirva para honrar la memoria de Brassens en la adolescencia.

(Agustín Gª Calvo en "19 canciones de Brassens)