La princesa y el rascatripas (artículos)
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Hay una evocación de los "Passantes" en el último verso de La princesa y el rascatripas; y este verso nostálgico tal vez explica por qué Brassens eligió cantar el poema de Antoine Pol. Es cierto, sin embargo, que esta princesa es la hija natural de "La chica de los cien centavos". El paisaje y los personajes son diabólicamente parecidos. Los Brassens parisinos nunca olvidaron la época de la ocupación y el período de posguerra. Bistrós, bancos públicos, barrios pobres a menudo lo han inspirado; y sabemos que no se aleja de este París que es una pizarra limpia de su pasado. La princesa, entonces, se asemeja a la Fleur-de-Marie de los "Misterios de París". En cuanto a este tocador de guitarra, tendría bigotes que no sorprenderían a nadie. Pero, "veinte años después", la prescripción toca, y sólo hay una de esas hermosas canciones de amor áspero, especialidad de la casa Brassens. ¿No se mueve con ternura y sensualidad, esta admisión de la chica del suburbio: Es a ti a quien amo y si quieres puedes besarme en la boca y aún peor... ¿esta niña triste es la de las viejas películas de Charlot?
Es esta una excelente canción del álbum de1972, perjudicada por el éxito de "Fernanda", "El rey de los tontos", y por la polémica desatada por "Morir por las ideas", temas que Brassens escribió para explicarse después del escándalo causado por "Los dos tíos", donde parecía poner en el mismo saco los colaboracionistas y los resistentes.
La tercera canción inspirada en Jo se llama “La princesa y el rascatripas”. Es el undécimo registro. El cantante comienza su narración de la siguiente manera:
Describe un lugar inusual que se distingue por sus habitantes que eran, a diferencia de los otras, élites “canela fina”, que diríamos hoy día
En esta estrofa, se nos confirma que el autor fue realmente irónico. Habla de "bajos fondos” bajo el nombre de una "élite". Una noche, el rascatripas y la princesa se encuentran y ella rápidamente se enamora porque dice:
El hombre parece realmente razonable al mentar el problema de la diferencia de edad y darse cuenta de la prohibición de la ley. Y rechaza a la menor a pesar de su insistencia. La canción continúa:
Ahora vemos que no fue sólo por la diferencia de edad, sino también porque el hombre permanece fiel a una "más grande" (si acaso no fue una excusa), que significa que hay otra mujer a la que realmente aprecia mucho, y se niega a tener la aventura con esta joven "princesa". La princesa entonces, decepcionada, huye llorando. Pero la historia aún no ha terminado:
Es obvio que el hombre que aparece en la canción se arrepiente de haberse resistido a la seducción de la joven y si pudiera retroceder en el tiempo, probablemente actuaría de manera diferente. Es el joven que fue y extraña cuando envejece un poco.
Esta es una de las canciones más bonitas y, a la vez, más ambiguas de Brassens. Su melodía podría acompañar una película romántica y posee un aire nostálgico que se ve confirmado en la estrofa final.
Brassens plantea aquí el tema de la pedofilia haciendo parecer a un vulgar músico callejero primero como persona moral y recta; pero después dejándonos con la duda... Brassens sitúa la historia en los límites de la moral (13 años, belleza-fealdad, relación joven-viejo, sordidez-dulzura, rechazo-deseo ...) una situación confusa que no aclara (probablemente nunca lo pretendiera) en la canción... Habría que preguntar al autor qué quiso decir y dudo que quisiera responder.
Me asalta la idea de que, Brassens, se identifica de alguna manera con el croque-notes. En sus comienzos también él tocaba la guitarra “a lo que le den” sin tener fama ni mérito aparente. También se desenvolvió por ambientes sórdidos, también conoció su “princesa” (algo más mayorcita, pero no mucho. Me estoy refiriendo a la pequeña “Jo”) y también se desenvuelve en sus canciones con encuentros dudosos con bellas, niñas y jovencitas). Hay toques autobiográficos aquí, me parece.
Es, con todo, una hermosa canción. Tanto por la descripción de los personajes, como por cómo plantea la situación, así como por los sentimientos que expresa (con las dudas incluidas...).
Me decanté por la letra que adapta Horacio Cerván y para realizar el video utilicé mayoritariamente grafitis y pinturas acrílicas y acuarelas de autores contemporáneos y grafiteros (principalmente las que publica en la web Alexis Chomel). Considero que esas imágenes son muy acertadas para inspirar el ambiente del tema.
La canción fascina como pocas. Espero que te interese este pequeño trabajo. Yo, como siempre, he disfrutado haciéndolo.
Hay una evocación de los "Passantes" en el último verso de La princesa y el rascatripas; y este verso nostálgico tal vez explica por qué Brassens eligió cantar el poema de Antoine Pol. Es cierto, sin embargo, que esta princesa es la hija natural de "La chica de los cien centavos". El paisaje y los personajes son diabólicamente parecidos. Los Brassens parisinos nunca olvidaron la época de la ocupación y el período de posguerra. Bistrós, bancos públicos, barrios pobres a menudo lo han inspirado; y sabemos que no se aleja de este París que es una pizarra limpia de su pasado. La princesa, entonces, se asemeja a la Fleur-de-Marie de los "Misterios de París". En cuanto a este tocador de guitarra, tendría bigotes que no sorprenderían a nadie. Pero, "veinte años después", la prescripción toca, y sólo hay una de esas hermosas canciones de amor áspero, especialidad de la casa Brassens. ¿No se mueve con ternura y sensualidad, esta admisión de la chica del suburbio: Es a ti a quien amo y si quieres puedes besarme en la boca y aún peor... ¿esta niña triste es la de las viejas películas de Charlot?
("Georges Brassens", por René Fallet. Traducción libre)
La tercera canción inspirada en Jo se llama “La princesa y el rascatripas”. Es el undécimo registro. El cantante comienza su narración de la siguiente manera:
Había una vez, en lugar del jardín, aquí,
Era la zona y todo lo la rodea, barrios marginales inusuales, no ruinas romanas por un centavo.
En cuanto a la fauna que vivía allí era la flor fina, era la élite.
[.] Además de un rascatripas, un músico,
un naufragio colgando de su guitarra.
[.] Adoptada por aquel hermoso y tierno mundo,
una pequeña hada había florecido
En medio de toda esta bajeza
[.] Por casualidad, la llamaban "princesa".
"Te amo y, si quieres, puedes
besarme en la boca y aún más”
Pero el hombre, siendo mayor y razonable, responde:
"Para el carro, princesa, detenete un poco,
no soy tan sátiro.
Tú tienes trece años, yo tengo treinta,
hay una gran diferencia de edad y no estoy tan caliente
como para refrescarme a la sombra en la mazmorra.
- Pero, croque, no se lo diré a nadie.
"No insistas", dijo, burlonamente, "Primero no eres mi tipo y, para el caso,
mi corazón ya está ocupado por una más grande."
Así que la princesa huyó,
la princesa se alejó llorando
desgarrada por el rechazo de su ofrecimiento.
Ahora vemos que no fue sólo por la diferencia de edad, sino también porque el hombre permanece fiel a una "más grande" (si acaso no fue una excusa), que significa que hay otra mujer a la que realmente aprecia mucho, y se niega a tener la aventura con esta joven "princesa". La princesa entonces, decepcionada, huye llorando. Pero la historia aún no ha terminado:
[.] Pasando por aquel sitio, unos veinte años más tarde,
siente que se arrepiente.
Es obvio que el hombre que aparece en la canción se arrepiente de haberse resistido a la seducción de la joven y si pudiera retroceder en el tiempo, probablemente actuaría de manera diferente. Es el joven que fue y extraña cuando envejece un poco.
(Comentario de fuente no datada)
Brassens plantea aquí el tema de la pedofilia haciendo parecer a un vulgar músico callejero primero como persona moral y recta; pero después dejándonos con la duda... Brassens sitúa la historia en los límites de la moral (13 años, belleza-fealdad, relación joven-viejo, sordidez-dulzura, rechazo-deseo ...) una situación confusa que no aclara (probablemente nunca lo pretendiera) en la canción... Habría que preguntar al autor qué quiso decir y dudo que quisiera responder.
Me asalta la idea de que, Brassens, se identifica de alguna manera con el croque-notes. En sus comienzos también él tocaba la guitarra “a lo que le den” sin tener fama ni mérito aparente. También se desenvolvió por ambientes sórdidos, también conoció su “princesa” (algo más mayorcita, pero no mucho. Me estoy refiriendo a la pequeña “Jo”) y también se desenvuelve en sus canciones con encuentros dudosos con bellas, niñas y jovencitas). Hay toques autobiográficos aquí, me parece.
Es, con todo, una hermosa canción. Tanto por la descripción de los personajes, como por cómo plantea la situación, así como por los sentimientos que expresa (con las dudas incluidas...).
Me decanté por la letra que adapta Horacio Cerván y para realizar el video utilicé mayoritariamente grafitis y pinturas acrílicas y acuarelas de autores contemporáneos y grafiteros (principalmente las que publica en la web Alexis Chomel). Considero que esas imágenes son muy acertadas para inspirar el ambiente del tema.
La canción fascina como pocas. Espero que te interese este pequeño trabajo. Yo, como siempre, he disfrutado haciéndolo.
(Comentarios del autor)
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