La pata de Juana (artículos)

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La canción llamada “La pata de Juana” apareció en el segundo álbum de Brassens. El cantante habla de Juana, su casera, y de su esposo Marcel: "Es el Auvergnat, y ella la dueña de la pata”. Como ya sabemos, Jeanne Le Bonniec era muy amante de los animales. Un día dispuso de una pata para comer, pero debido a lo mucho que amaba a los animales, no pudo matarla porque ese animal ya se había convertido en miembro de su familia.

 Tierna y hermosa canción de Brassens. Triste y bella a un tiempo. Es la primera canción que escuché de este autor en voz de Paco Ibáñez. Tanto su estructura como su estilo, su letra y su brevedad se ajustan a un tema trágico como es la muerte. Me ha encantado encontrarla interpretada por voces infantiles como una canción de guardería.; nunca la había imaginado así, pero cuadra a la perfección.

En casa de Jeanne y Marcel Planche, en un callejón sin salida del Pasaje Florimont es donde Georges Brassens encontró el amor y la libertad. No había agua ni gas, pero al poeta no le importaba porque él estaba allí mejor que en ningún otro lugar. Dirá: "Era una especie de barrio pobre. Pero estuve allí bien, y he mantenido desde entonces, cuando lo dejé, una sensación de incomodidad absolutamente excepcional".

 Los animales de Impasse Florimont son reyes ... y numerosos. En el patio trasero de Jeanne: un ratonero, un cuervo, gallinas, un loro que se burla de los perros y pellizca las nalgas de los visitantes y gatos, muchos gatos (Brassens y sus anfitriones los adoraban) y una pata, que un día ¡pone, maravillosamente, un huevo! Georges Brassens hará con esto una canción: "La cane de Jeanne"

 Jeanne, cobijo, maestra, amante... adoraba su pata, su ganso doméstico (conozco otras personas que han convivido con ocas y ánades y relatan su apego y fidelidad). Brassens, que vivió veinte años bajo el mismo techo que sus benefactores, la hubo de contemplar muchas veces con el animal y entendió perfectamente los sentimientos de su muerte. Sin caer en la sensiblería construye para consolar a Jeanne una bella canción.

(Comentarios propios y de fuentes sin datar)


Jeanne compró un pato, para comerlo. Ni ella ni Brassens se atrevieron a matarlo. Se convirtió en una especie de animal sagrado de la casa y murió de viejo. De esta auténtica historia nació La Cane de Jeanne. Se unió a Le Petit Cheval en el bestiario infantil, contoneándose en sus versos de seis y dos pies y rimando rico y sabroso "Eûmes - plumas", etc. A Jules Renard y Robert Desnos les habría encantado esta hermana de sus aves de corral.

("Georges Brassens" por Rene Fallet, en traducción libre)

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