El rey de los tontos (artículos)

Comentarios


Este Roi des Cons se hizo sumamente popular en Francia desde que Brassens lo sacó a la escena del Bobino allá por los años 70: ninguna figura más adecuada para plasmar el desengaño de los cambios políticos en lo alto, cuando la dominación está asentada en los de más abajo, en decir en sus súbditos.

Agustín Gª Calvo realiza en “19 canciones de Brassens una adaptación en la que mantiene los mismos ejemplos de mudanzas de coronas o gobiernos que empleó Brassens, a pesar de que se van quedando cada vez más viejos y, lo que es peor, la mayor parte de las que allí se anunciaban como posibles (todas, salvo-me parece- las de Jordania y Britania) estaban ya cumplidas por aquellos años. Se permitió alterar el orden de la estrofa correspondiente al Dictador Hispano, dejándola para el final, por motivos análogos a los que a él le hicieron dejar como última la de Francia: a cada país su pesadumbre.

Esta canción con su estilo salmódico, me inspiró una parodia en los primeros tiempos del coronavirus. (aparece en mi blog y aparecerá editada en algún otro volumen de esta colección) El estribillo reza así:

“No corráis, que el coronavirus
Lo tendrá toda la tribu”

(Comentarios personales del autor)

El rey es, para nosotros, sólo una rima infantil, una ronda infantil como "cobarde, gallina /capitán de las sardinas”. Por supuesto, está la palabra. Una palabra que se utiliza en cada momento en las escuelas primarias, si no en el jardín de infantes. ¡Detengamos la hipocresía, repitamos, pero “en broma” que este es el rey que gobierna sobre el más grande de los países! Además, como para todos, el tonto siempre es el vecino; nadie puede sentirse ofendido por este soberano sino por sus súbditos. Admiremos a Brassens por la economía de los medios que ha empleado para tratar un tema sobre el que habría sido muy fácil, y tentador, hacer más sangre. Veinte pequeños versos para identificar un reino sin fronteras, afrontémoslo, es un truco exitoso. Corona, incluso, del monarca. Hay pocas posibilidades de que destrone al rey de los idiotas. Sería un error ofenderse.

(Comentarios de René Fallet en “Georges Brassens”. Traducción libre)

El Rey, una canción para niños grandes reunidos en coro en el cuerpo de guardia, que se aventuran felizmente en la política-ficción. Si el Sha de Persia ha sido sustituido por los ayatolás, el rey de Jordania por su hijo, el Négus por los marxistas-leninistas-estalinistas; al menos en España, Inglaterra y Francia se agarran a un clavo ardiendo. ¿Podría ser aquí donde se esconde el rey de los idiotas?

(“Brassens - Le mauvais sujet repenti”, por Christian Mars, traducido libremente)

Comentarios