Balada de los cementerios (artículos)

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En el día de Todos los Santos, fecha casi obligada de visitas a los camposantos en España, presento esta irónica canción de Brassens sobre los cementerios. Lo hago con la letra de la excelente adaptación de Joaquín Carbonell repleta de guiños locales que me han permitido editar un video lleno de referencias a los cementerios madrileños (y el zaragozano de Torrero, que no conocía y que descubrí con ayuda de Google en esa capital). Carbonell impone un ritmo mucho más marchoso, pero su letra se adecúa perfectamente a la melodía midi que poseo del tema y que sigue fielmente la partitura original de la música del autor francés.

Inevitablemente, es un suceso reciente, vino a mi cabeza la exhumación de los restos de Franco (dictador y jefe del estado español enterrado hasta hace poco en el Valle de los Caídos). La situación da para una canción y el tema y el tono de esta balada de los cementerios se presta a ello. Así que, por estos días, ando componiendo otra letra para el tema a partir de esta noticia tan española y esperpéntica como es el traslado de los restos del anterior "caudillo" desde el pomposo mausoleo del Valle de los Caídos hasta el discreto cementerio de Mingorrubio. Será uno de los temas que publique en un nuevo volumen de esta colección: “Balada de Mingorrubio”

Este tema pertenece al sexto disco de Brassens que contiene también las siguientes canciones: El traidor, Tío Nestor, El bistro, Bésalos a todos, La balada de los cementerios, El funeral de Verlaine, Germaine Tourangelle, A Mireille dit "Petit Verglas, Pénélope, La tormenta, El incrédulo, El Huerto del rey Luis, El tiempo pasado y La chica a cien centavos.

(Comentarios del autor)

La muerte está, quizás, menos presente en este álbum que en los otros discos suyos. Desde hace tiempo se sabe que a Brassens le gustaban los cementerios. Al contar la increíble historia de este joven que colecciona siempre que puede bóvedas, tumbas y varios entierros; se podría pensar que la canción La ballade des cimetières se coloca bajo el signo de falta de respeto; pero creo que, una vez más, se trata de una gran farsa de la que Brassens tiene el secreto.

(Bernard en su blog: "Musique, piafs et billets d'humeur")

Atraído por las tumbas, ¿es sólo un tema o es por gusto? - Brassens vuelve una vez más a las necrópolis con La balada de los cementerios. No es un camino sombrío, y la presencia de tumbas se trata aquí como en El Testamento. Se parte de una situación: un joven acumula tumbas y lamenta no tener ninguna en el cementerio de Montparnasse, por la sencilla razón de que se encuentra, convenientemente "a cuatro pasos de su casa". Esta es una historia bastante absurda a la manera de los comediantes anglosajones. Mark Twain hubiera valorado la canción debido a esos croquemorts que, curiosamente, "eran de Chartres".

(“Georges Bassens”, por Rene Fallet. Traducción libre)

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