La monja (análisis)

LA RELIGIEUSE



01 Tous les coeurs se rallient à sa blanche cornette,
02 Si le chrétien succombe à son charme insidieux,
03 Le païen le plus sûr, l'athée le plus honnête
04 Se laisseraient aller parfois à croire en Dieu.
05 Et les enfants de choeur font tinter leur sonnette...

06 Il paraît que dessous sa cornette fatale,
07 Qu'elle arbore à la messe avec tant de rigueur,
08 Cette petite soeur cache, c'est un scandale !
09 Une queue de cheval et des accroche-coeurs.
10 Et les enfants de choeur s'agitent dans les stalles...

11 Il paraît que, dessous son gros habit de bure,
12 Elle porte coquettement des bas de soie,
13 Festons, frivolités, fanfreluches, guipures,
14 Enfin, tout ce qu'il faut pour que le Diable y soit.
15 Et les enfants de choeur ont des pensées impures...

16 Il paraît que le soir, en voici bien d'une autre !
17 À l'heure où ses consoeurs sont sagement couchées
18 Ou débitent pieusement des patenôtres,
19 Elle se déshabille devant sa psyché.
20 Et les enfants de choeur ont la fièvre, les pauvres...

21 Il paraît qu'à loisir elle se mire nue,
22 De face, de profil, et même, hélas ! de dos,
23 Après avoir, sans gêne, accroché sa tenue
24 Aux branches de la croix comme au portemanteau.
25 Chez les enfants de choeur le Malin s'insinue...

26 Il paraît que, levant au ciel un oeil complice,
27 Ell' dit : "Bravo, Seigneur, c'est du joli travail !"
28 Puis qu'elle ajoute avec encor' plus de malice :

29 "La cambrure des reins, ça, c'est une trouvaille !"
30 Et les enfants de choeur souffrent un vrai supplice...

31 Il paraît qu'à minuit, Bonne Mère, c'est pire :
32 On entend se mêler, dans d'étranges accords,
33 La voix énamourée des anges qui soupirent
34 Et celle de la soeur criant "Encore ! Encore !"
35 Et les enfants de choeur, les malheureux, transpirent...

36 Et monsieur le curé, que ces bruits turlupinent,
37 Se dit avec raison que le brave Jésus
38 Avec sa tête, hélas ! déjà chargée d'épines,
39 N'a certes pas besoin d'autre chose dessus.
40 Et les enfants de choeur, branlant du chef, opinent...

41 Tout ça, c'est des faux bruits, des ragots, des sornettes,
42 De basses calomnies par Satan répandues.
43 Pas plus d'accroche-coeurs sous la blanche cornette
44 Que de queue de cheval, mais un crâne tondu.
45 Et les enfants de choeur en font, une binette...

46 Pas de troubles penchants dans ce coeur rigoriste,
47 Sous cet austère habit, pas de rubans suspects.
48 On ne verra jamais la corne au front du Christ,
49 Le veinard sur sa croix peut s'endormir en paix,
50 Et les enfants de choeur se masturber, tout tristes...


Análisis

00 “La religieuse” (La religiosa).

01 “Tous les coeurs se rallient à sa blanche cornette,” (Todos los corazones se unen a su cofia blanca). La frase se hace eco de "Ralliez-vous à mon panache blanc" (unirse a mi penacho blanco) de Enrique de Navarra (futuro Enrique IV) en la batalla de Ivry (1590). Cornette: tocado de ciertas órdenes de monjas.

02 “Si le chrétien succombe à son charme insidieux” (Si el cristiano sucumbe a su encanto insidioso). Insidieux: uso malicioso por parte de Brassens de este adjetivo. La belleza, que es uno de los temas más debatidos por los teólogos, es a la vez un don de Dios (que hizo al hombre a su imagen) y un poder maligno de la tentación. Aquí parece apoyarse en el lado del mal, pero gracias a un adjetivo que llama a la rima con Dios y que podemos escuchar "ainsi Dieu" (así Dios).

04 “Se laisseraient aller parfois à croire en Dieu.” (A veces se dejarían llevar hasta creer en Dios). La atracción de la fruta prohibida: estos dos versos son verdaderas joyas, que sitúan la certeza inquebrantable (más segura, más honesta) del lado del ateísmo y el paganismo, y la tentación de pecar ("se dejaría llevar") del lado de la fe.

05 “Et les enfants de choeur font tinter leur sonnette...” (Y los niños del coro tocan sus campanillas...) No se puede evitar el pensar en las imágenes de Víctor Hugo, que anotaba en español (campana) para solicitar los pequeños servicios que a veces le prestaban sus criadas, a cambio de dinero.

09 “Une queue de cheval et des accroche-coeurs.” (Una cola de caballo y colgantes del corazón). Accroche-coeur: rizo de pelo en forma de lazo. Queue de cheval (cola de caballo): descubrir partes de animales (pezuña hendida, etc.) ocultas bajo una prenda de vestir ha sido durante mucho tiempo la mejor manera de demostrar la conexión con el diablo.

10 “Et les enfants de choeur s'agitent dans les stalles...” (Y los niños del coro se agitan en sus puestos...) Esta rima llamada "batelée" (la rima del final del verso con el siguiente hemistiquio: coeur - choeur) evoca "hijos de corazón" (figura de estilo llamada antanaclasis (también atanaclasis o equívoco), que es una figura retórica que consiste en hacer uso del valor polisémico de algunas palabras: se repite la palabra; pero en cada aparición su significado es distinto) En este caso el elemento repetido es una palabra homófona, pero en otro sentido. Stalle es cada uno de los asientos de madera, con espalda alta, que ocupan ambos lados del coro de una catedral o de la iglesia de una abadía. (Los puestos estaban reservados para el clero)

13 “Festons, frivolités, fanfreluches, guipures,” (Festones, frivolidades, encajes, bordados). Coquetterie: A destacar esta magnífica aliteración que sugiere el frufrú de la supuesta coquetería extrema de la hermana.

14 “Enfin, tout ce qu'il faut pour que le Diable y soit.” (En fin, todo lo que sea necesario para que el Diablo acuda allí). Rima equívoca por homofonía: Un proceso frecuente de Brassens que consiste en rimar dos palabras fonéticamente idénticas; pero no sinónimas. En este caso, el efecto es vincular íntimamente al Diablo con el cuerpo de la monja y acentuar la sensualidad de la descripción (escuchamos soie -seda- por segunda vez).

17 “À l'heure où ses consoeurs sont sagement couchées” (En el momento en que sus hermanas están sabiamente acostadas). Consoeurs (hermanas con ella): se aprecia cierta delicadeza en la expresión 'co'-hermanas.

18 “Ou débitent pieusement des patenôtres,” (O rezan piadosamente algunos padrenuestros). Brassens, cuando canta, hace una pausa en este punto, y oímos "où des bites" (donde los penes) y nos preguntamos qué hacen las hermanas tumbadas tranquilamente ....

19 “Elle se déshabille devant sa psyché.” (Se desnuda frente a su espejo). Psyche: gran espejo de pie que puede girar sobre su eje (así que le permite contemplarse desde todos los ángulos). En realidad; es una figura poética, un proceso que consiste en usar una palabra tanto literal como figurativamente. Aquí también puede considerarse una referencia a la heroína griega Psyche, una mujer de excepcional belleza (la monja se contempla ante la imagen de su belleza), incluso ante de su alma (etimología griega de la psique) pecaminosa, por supuesto.

21 “Il paraît qu'à loisir elle se mire nue,” (Parece que se recrea contemplándose desnuda). La nonne à sa toilette (La monja en su toilet): Brassens puede haber leído el Ver-Vert de Gresset (mediados del siglo XVIII) donde el loro de las Hermanas Nevers asiste a su baño.

24 “Aux branches de la croix comme au portemanteau.” (En los brazos de la cruz, como percha). Un uso singular de la cruz cristiana, que recuerda el equívoco fálico de la “Súplica para ser enterrado en la playa de Sète” :
Pido perdón a Jesús por adelantado,
Si la sombra de su cruz reposa sobre ella
[sobre una ondina dormida].

25 “Chez les enfants de choeur le Malin s'insinue...” (En el coro, a los niños, el Maligno se insinúa...) S'insinue - sein si (se insinúa – tan desnudo): Esta canción está llena de homofonías, dudas, "sospechas", "trampas al oído"…

26 “Il paraît que, levant au ciel un oeil complice,” (Parece que, levantando la mirada hacia el cielo). Otra homofonía cómplice - qu'on plisse (cómplice - que arruganos) sugiriendo que los pómulos se levantan y que una sonrisa por lo tanto acompaña a la mirada): otra trampa para el oído donde nos cuenta más de lo que se dice.

30 “Et les enfants de choeur souffrent un vrai supplice...” (Y los niños del coro sufren un verdadero suplicio...) ¿Polisemia en souffrent? Tanto puede ser “sufrir”, como "sentir”, como "soportar".

33 “La voix énamourée des anges qui soupirent” (La voz enamorada de los ángeles que suspiran). Soupirs des anges (suspiros de los ángeles): sobre esto, véase también “El cordero de Panurgo”, “Noventa y cinco por ciento”, “Historia de una falsedad” y también “El boletín de salud”: “solo son los ángeles que suspiran”.

34 “Et celle de la soeur criant "Encore ! Encore !” (Y la de hermana gritando: "¡más! ¡más!"). ¡Encore! Encore! (¡Todavía más! ¡Todavía más!): Vieja obsesión en Tonton Georges. En lugar de exclamar: "Hardi! Hardi!" (¡Empuja! ¡Empuja!"). Algunas declaman a Claudel (en Misoginia aparte): "Debout! Debout les morts!" (¡Arriba! ¡Levanta los muertos!), reclama la esposa de un editor; mientras que otra demanda: "Encore, encore, encore, Hardi hardi, Pousse le radis, dis!" (¡Una vez más, otra vez, atrévete, no te cortes! ¡Empuja el rábano, te digo!) (Esto ocurre en Los rábanos).

39 “N'a certes pas besoin d'autre chose dessus.” (Ciertamente no tiene necesidad de nada más). “Autre chose¡”: Algunos parecen ver aquí los cuernos del diablo. El sabor de esta alusión radica en que el narrador del texto es claramente un católico convencido, como lo demuestran los muchos incisos: "buena madre", "es un escándalo", etc.; que expresan las palabras del sacerdote. Así, el sacerdote, blasfema en su indignación y su rebaño registra debidamente la blasfemia.

40 “Et les enfants de choeur, branlant du chef, opinent...” (Y los niños del coro, desconfiando del jefe, opinan...) La palabra "pine" (pino, pero también pito, pajarito…) está escondida por toda la estrofa: tord la pine ou turlutte pine, chargée des pines…. Se puede pensar en estas canciones semi-paillardes (semi picantes) como La jeune fille du métro, muy popular a principios del siglo XX, donde una palabra soez es sugerida por la rima, es decir, el retorno obsesivo del sonido, pero que nunca se pronuncia realmente. En España se canta en el mismo sentido: “Los hermanos Pinzones, eran unos mari… neros”

44 “Que de queue de cheval, mais un crâne tondu.” (Sin cola de caballo, pero con la cabeza afeitada). ¡Qué cantidad de colas! Aquí también, Brassens se detiene en el lugar adecuado... También podemos hacer referencia al humor cáustico del público que consistía en gritar "caballo" tan pronto como se pronuncia una palabra que termina en "que" o "pine".

49 “Le veinard sur sa croix peut s'endormir en paix,” (El afortunado en su cruz puede dormirse en paz). Por la forma de la frase, los cuatro primeros versos cierran con fuerza el sentido del texto: había una fantasía colectiva, pero la verdad se restablece. En consecuencia, el narrador, o si se prefiere, la voz textual, permanece en silencio, imitando a Jesús que puede "dormirse en paz". Esta interpretación nos permite resolver el enigma que deja el último verso de la canción. Se podría argumentar que ya no es el narrador principal del texto el que habla, sino otra voz, la de un observador desilusionado y cínico (quizás uno de los mismos monaguillos) que afirma trivialmente la actividad onanista de los monaguillos a diferencia del primer narrador, que se obligaba a disimularla, pero cuyo discurso abunda en los lapsus que el pícaro autor pone en su boca.

50 “Et les enfants de choeur se masturber, tout tristes...” (Y los niños del coro se masturban, tristes...) Si se presta atención, toda la canción habla de la masturbación con los dobles sentidos y los sonidos triviales del final de los versos: "branlant", "opinent", "que de queue", "agitant leurs grelots", etc. Para algunos esta declaración “directa” resta sutileza y delicadeza a la canción. Para otros este último verso sería algo así como la eyaculación final. (y decepcionante ya que no tiene objeto). Nos damos cuenta aquí de que, finalmente, esta historia era sólo una fantasía. Se rompe así la ambigüedad del texto que le dotaba de su encanto y del mismo modo se rompe con el estilo que utilizaba el autor hasta ahora para volver a un vocabulario más común. Es la vuelta a la realidad.

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