El sombrero de Estrella (análisis)
LE CHAPEAU DE MIREILLE
01 Le chapeau de Mireille,
02 Quand en plein vol je l'ai rattrapé,
03 Entre Sète et Marseille,
04 Quel est l' bon vent qui l'avait chipé ?
05 Le chapeau de Mireille,
06 Quand en plein vol je l'ai rattrapé,
07 Entre Sète et Marseille,
08 Quel joli vent l'avait chipé ?
09 C'est pas le zéphyr,
10 N'aurait pu suffire,
11 C'est pas lui non plus
12 L'aquilon joufflu,
13 C'est pas pour autant
14 L'autan.
15 Non, mais c'est le plus fol
16 Et le plus magistral
17 De la bande à Éole,
18 En un mot : le mistral.
19 Il me la fit connaître, aussi, dorénavant,
20 Je ne mouds plus mon blé qu'à des moulins à vent.
21 Quand la jupe à Mireille
22 Haut se troussa, haut se retroussa,
23 Découvrant des merveilles :
24 Quel est l' bon vent qui s'est permis ça ?
25 Quand la jupe à Mireille
26 Haut se troussa, haut se retroussa,
27 Découvrant des merveilles :
28 Quel joli vent s'est permis ça ?
29 C'est pas le zéphyr,
30 N'aurait pu suffire,
31 C'est pas lui non plus,
32 L'aquilon joufflu,
33 C'est pas pour autant
34 L'autan.
35 Non, mais c'est le plus fol
36 Et le plus magistral
37 De la bande à Éole,
38 En un mot : le mistral.
39 Il me montra sa jambe, aussi, reconnaissant,
40 Je lui laisse emporter mes tuiles en passant.
41 Quand j'embrassai Mireille,
42 Qu'elle se cabra, qu'elle me rembarra,
43 Me tira les oreilles,
44 Quel est l' bon vent qui retint son bras ?
45 Quand j'embrassai Mireille,
46 Qu'elle se cabra, qu'elle me rembarra,
47 Me tira les oreilles,
48 Quel joli vent retint son bras ?
49 C'est pas le zéphyr,
50 N'aurait pu suffire,
51 C'est pas lui non plus
52 L'aquilon joufflu,
53 C'est pas pour autant
54 L'autan.
55 Non, mais c'est le plus fol
56 Et le plus magistral
57 De la bande à Éole,
58 En un mot : le mistral.
59 Il m'épargna la gifle, aussi, dessus mon toit
60 Y' avait un' seul' girouette ; y' en a maintenant trois.
61 Et quand avec Mireille
62 Dans le fossé on s'est enlacés,
63 À l'ombre d'une treille,
64 Quel est l' bon vent qui nous a poussés ?
65 Et quand avec Mireille
66 Dans le fossé on s'est enlacés,
67 À l'ombre d'une treille,
68 Quel joli vent nous a poussés ?
69 C'est pas le zéphyr,
70 N'aurait pu suffire,
71 C'est pas lui non plus
72 L'aquilon joufflu,
73 C'est pas pour autant
74 L'autan.
75 Non, mais c'est le plus fol
76 Et le plus magistral de la bande à Éole,
77 En un mot : le mistral.
78 Il me coucha sur elle, en échange aussitôt
79 Je mis un' voil' de plus à mon petit bateau.
80 Quand j'ai perdu Mireille,
81 Que j'épanchai, le cœur affligé,
82 Des larmes sans pareilles,
83 Quel est l' bon vent qui les a séchées ?
84 Quand j'ai perdu Mireille,
85 Que j'épanchai, le cœur affligé,
86 Des larmes sans pareilles,
87 Quel joli vent les a séchées ?
88 C'est pas le zéphyr,
89 N'aurait pu suffire,
90 C'est pas lui non plus
91 L'aquilon joufflu,
92 C'est pas pour autant
93 L'autan,
94 Non, mais c'est le plus fol
95 Et le plus magistral
96 De la bande à Éole,
97 En un mot : le mistral.
98 Il balaya ma peine aussi, sans lésiner
99 Je lui donne toujours mes bœufs à décorner.
Análisis
00 “Le chapeau de Mireille” (El sombrero de Mirella). Una curiosidad Mireille es un nombre propio francés, derivado del nombre occitano provenzal Mirèio (Mirèlha en la norma clásica del occitano). Puede relacionarse con el verbo occitano mirar "admirar". En español lo más parecido sería Mireya (o Mirella). En mi adaptación me decanto por otro nombre, más familiar, con algún rasgo fonético similar “Estrella”.
Esta canción fue cantada por Marcel Amont, quien una vez confesó que una de las cosas de las que estaba más orgulloso en su carrera como cantante era que Brassens le hubieran ofrecido una canción. La canción puede relacionarse en la escritura de esta otra, “Los zuecos de Helena", no sólo por la proximidad fonética y gramatical de los títulos, sino también por la estricta repetición de una estructura que limita las palabras a la rima (Héléne, Mireille) o la construcción silábica (alrededor de 4 y 8 sílabas por cada verso). La progresión narrativa es la misma: el narrador la descubre gradualmente bella, tal vez de una manera más carnal aquí. Otra canción que ésta evoca, especialmente por la estructura del coro con todo su “c'est pas...” (no es...), es “La mujer de Héctor".
04 “Quel est l' bon vent qui l'avait chipé?” (¿Cuál fue el buen viento que lo había robado?). “Bon vent / joli vent” (Buen viento / viento bonito); pensamos, por supuesto, en la canción que lleva este nombre "Le vent” (El viento) en donde el viento es un ser en sí mismo: El viento parece un áspero elemento que dañará a todo el mundo, pero prestando atención vemos que somos las desafortunadas víctimas de sus pequeños juegos. En ambos casos, El viento es un amigo (aquí, para ser más preciso, es un ayudante) del narrador.
09 “C'est pas le zéphyr” (No es el Céfiro). Zephyr (Céfiro). De los “zephyros” griegos, viento del oeste. El céfiro es un viento suave y agradable, muy a menudo utilizado en la poesía clásica para refrescar la... frente febril de los amantes.
12 “L'aquilon joufflu,” (Aquilón regordete). Aquilón, del latín aquilo, viento del norte; de aquila (el águila), porque es un viento rápido y violento. Con nosotros también es el viento del norte, pero también, más generalmente, cualquier viento fuerte. “Tout vous est aquilon, tout me semble zéphyr” (Todo es aquilón, todo me parece ser zephyr) dice el roble en la caña en la fábula de La Fontaine. El aquilón, y el viento en general, suele ser representado, sobre todo en las cartas marinas, por una cabeza de angelote “soplador” con sus mejillas fueron infladas para soplar, de ahí lo de regordete.
14 “L'autan.” (Autan). Del latín “altanus", viento de alta mar. En nuestro sur, es un viento tormentoso del suroeste, que viene del mar:
17 “De la bande à Éole” (De la banda de Eolo). Éole, del griego “Aiolos", el latín “Aeolus". Eolo es el dios de los vientos, el que hace girar los aerogeneradores.
18 “En un mot: le mistral.” (En una palabra: el mistral). “Mistral” procede de “maestral” provenzal, del “maestro” latino. El mistral es el “viento magistral", el “viento maestro” de la Provenza. Sopla desde el norte (es el límite de Borgoña) y toma su impulso en el valle del Ródano para conducir a veces violentamente al Mediterráneo. Puede durar semanas.
Esta rima fácil (mistral / magistral) ya la utilizó Cyrano, por ejemplo, en su diatriba por su nariz con Edmond Rostand:
40 “Je lui laisse emporter mes tuiles en passant.” (Le dejo que se lleve mis tejas al pasar). Por primera vez, el viento se presenta desde una perspectiva negativa, incluso si el narrador realmente no le presta atención. La evocación de Eolo nos permite imaginar al Viento como un dios caprichoso que, como Saturno, juega a destruir rosas para matar el rato ("Saturno", de Brassens ).
60 “Y' avait un' seul' girouette ; y' en a maintenant trois.” (Había una sola veleta; ahora hay tres). ¿Cuál es el interés material en poseer tres veletas? Ninguno, evidentemente; por lo tanto, hay que suponer que las tres veletas son una forma de celebración del viento, de diversión propuesta a este dios juguetón.
67 “À l'ombre d'une treille” (A la sombra de un enrejado). Treille, en origen, es un término empleado en horticultura que denota la estructura (generalmente un marco) utilizado para el cultivo de ciertas plantas trepadoras, especialmente la vid. En el lenguaje común, se refiere al conjunto formado por el “armazón” y la planta, un dispositivo frecuentemente utilizado en los países del Sur para formar un rincón de sombra.
79 “Je mis un' voil' de plus à mon petit bateau.” (Puse una vela extra a mi pequeño bote). Tal vez, en “una cuerda más a su arco". En el último verso de cada estrofa, a Brassens le gusta “hacer un sacrificio a Eole", ofrecerle como recompensa cosas para jugar: un molino de viento, tejas para llevar, un par de veletas más en su tejado y una vela más en su barquito (que quizá aluda al “pequeño barco de pesca” - canción que canta en otro lugar del álbum).
99 “Je lui donne toujours mes bœufs à décorner.” (Siempre le doy mis bueyes para que los descuerne). Un viento “à décorner les boeufs” (como para descornar los bueyes) es un viento muy fuerte. ¿Debe compararse esta imagen en cuernos con el estado calenturiento en que se encuentra el poeta en este último verso? Es tentador pensarlo así. Tanto más tentador cuanto también hay una expresión que habla de “un vent à décorner tous les cocus (du village ou de la région”), es decir: un viento para condecorar a todos los cornudos del lugar.
La conclusión es ciertamente divertida, especialmente en su expresión popular en su alusión a los cuernos. Pero esto no explica el determinante posesivo “mes” (mis). Lo veo como la culminación del culto del dios del viento, porque aquí se refiere a los sacrificios de los animales practicados en la antigüedad. Sin embargo, debe quedar claro que todas las alusiones a un culto están destinadas principalmente a hacer reír a la gente a través del absurdo de lo que hoy percibimos como supersticiones. E incluso podemos ir más allá sugiriendo que más allá de la herencia greco-latina, es el folclore del culto hecho a cualquier deidad a la que se burla: tres veletas para adorar el viento no tienen más significado que por ejemplo unas gotas de agua para bautizar o bendecir.
02 Quand en plein vol je l'ai rattrapé,
03 Entre Sète et Marseille,
04 Quel est l' bon vent qui l'avait chipé ?
05 Le chapeau de Mireille,
06 Quand en plein vol je l'ai rattrapé,
07 Entre Sète et Marseille,
08 Quel joli vent l'avait chipé ?
09 C'est pas le zéphyr,
10 N'aurait pu suffire,
11 C'est pas lui non plus
12 L'aquilon joufflu,
13 C'est pas pour autant
14 L'autan.
15 Non, mais c'est le plus fol
16 Et le plus magistral
17 De la bande à Éole,
18 En un mot : le mistral.
19 Il me la fit connaître, aussi, dorénavant,
20 Je ne mouds plus mon blé qu'à des moulins à vent.
21 Quand la jupe à Mireille
22 Haut se troussa, haut se retroussa,
23 Découvrant des merveilles :
24 Quel est l' bon vent qui s'est permis ça ?
25 Quand la jupe à Mireille
26 Haut se troussa, haut se retroussa,
27 Découvrant des merveilles :
28 Quel joli vent s'est permis ça ?
29 C'est pas le zéphyr,
30 N'aurait pu suffire,
31 C'est pas lui non plus,
32 L'aquilon joufflu,
33 C'est pas pour autant
34 L'autan.
35 Non, mais c'est le plus fol
36 Et le plus magistral
37 De la bande à Éole,
38 En un mot : le mistral.
39 Il me montra sa jambe, aussi, reconnaissant,
40 Je lui laisse emporter mes tuiles en passant.
41 Quand j'embrassai Mireille,
42 Qu'elle se cabra, qu'elle me rembarra,
43 Me tira les oreilles,
44 Quel est l' bon vent qui retint son bras ?
45 Quand j'embrassai Mireille,
46 Qu'elle se cabra, qu'elle me rembarra,
47 Me tira les oreilles,
48 Quel joli vent retint son bras ?
49 C'est pas le zéphyr,
50 N'aurait pu suffire,
51 C'est pas lui non plus
52 L'aquilon joufflu,
53 C'est pas pour autant
54 L'autan.
55 Non, mais c'est le plus fol
56 Et le plus magistral
57 De la bande à Éole,
58 En un mot : le mistral.
59 Il m'épargna la gifle, aussi, dessus mon toit
60 Y' avait un' seul' girouette ; y' en a maintenant trois.
61 Et quand avec Mireille
62 Dans le fossé on s'est enlacés,
63 À l'ombre d'une treille,
64 Quel est l' bon vent qui nous a poussés ?
65 Et quand avec Mireille
66 Dans le fossé on s'est enlacés,
67 À l'ombre d'une treille,
68 Quel joli vent nous a poussés ?
69 C'est pas le zéphyr,
70 N'aurait pu suffire,
71 C'est pas lui non plus
72 L'aquilon joufflu,
73 C'est pas pour autant
74 L'autan.
75 Non, mais c'est le plus fol
76 Et le plus magistral de la bande à Éole,
77 En un mot : le mistral.
78 Il me coucha sur elle, en échange aussitôt
79 Je mis un' voil' de plus à mon petit bateau.
80 Quand j'ai perdu Mireille,
81 Que j'épanchai, le cœur affligé,
82 Des larmes sans pareilles,
83 Quel est l' bon vent qui les a séchées ?
84 Quand j'ai perdu Mireille,
85 Que j'épanchai, le cœur affligé,
86 Des larmes sans pareilles,
87 Quel joli vent les a séchées ?
88 C'est pas le zéphyr,
89 N'aurait pu suffire,
90 C'est pas lui non plus
91 L'aquilon joufflu,
92 C'est pas pour autant
93 L'autan,
94 Non, mais c'est le plus fol
95 Et le plus magistral
96 De la bande à Éole,
97 En un mot : le mistral.
98 Il balaya ma peine aussi, sans lésiner
99 Je lui donne toujours mes bœufs à décorner.
Análisis
00 “Le chapeau de Mireille” (El sombrero de Mirella). Una curiosidad Mireille es un nombre propio francés, derivado del nombre occitano provenzal Mirèio (Mirèlha en la norma clásica del occitano). Puede relacionarse con el verbo occitano mirar "admirar". En español lo más parecido sería Mireya (o Mirella). En mi adaptación me decanto por otro nombre, más familiar, con algún rasgo fonético similar “Estrella”.
Esta canción fue cantada por Marcel Amont, quien una vez confesó que una de las cosas de las que estaba más orgulloso en su carrera como cantante era que Brassens le hubieran ofrecido una canción. La canción puede relacionarse en la escritura de esta otra, “Los zuecos de Helena", no sólo por la proximidad fonética y gramatical de los títulos, sino también por la estricta repetición de una estructura que limita las palabras a la rima (Héléne, Mireille) o la construcción silábica (alrededor de 4 y 8 sílabas por cada verso). La progresión narrativa es la misma: el narrador la descubre gradualmente bella, tal vez de una manera más carnal aquí. Otra canción que ésta evoca, especialmente por la estructura del coro con todo su “c'est pas...” (no es...), es “La mujer de Héctor".
04 “Quel est l' bon vent qui l'avait chipé?” (¿Cuál fue el buen viento que lo había robado?). “Bon vent / joli vent” (Buen viento / viento bonito); pensamos, por supuesto, en la canción que lleva este nombre "Le vent” (El viento) en donde el viento es un ser en sí mismo: El viento parece un áspero elemento que dañará a todo el mundo, pero prestando atención vemos que somos las desafortunadas víctimas de sus pequeños juegos. En ambos casos, El viento es un amigo (aquí, para ser más preciso, es un ayudante) del narrador.
09 “C'est pas le zéphyr” (No es el Céfiro). Zephyr (Céfiro). De los “zephyros” griegos, viento del oeste. El céfiro es un viento suave y agradable, muy a menudo utilizado en la poesía clásica para refrescar la... frente febril de los amantes.
12 “L'aquilon joufflu,” (Aquilón regordete). Aquilón, del latín aquilo, viento del norte; de aquila (el águila), porque es un viento rápido y violento. Con nosotros también es el viento del norte, pero también, más generalmente, cualquier viento fuerte. “Tout vous est aquilon, tout me semble zéphyr” (Todo es aquilón, todo me parece ser zephyr) dice el roble en la caña en la fábula de La Fontaine. El aquilón, y el viento en general, suele ser representado, sobre todo en las cartas marinas, por una cabeza de angelote “soplador” con sus mejillas fueron infladas para soplar, de ahí lo de regordete.
14 “L'autan.” (Autan). Del latín “altanus", viento de alta mar. En nuestro sur, es un viento tormentoso del suroeste, que viene del mar:
"Ce soir le vent vient de la mer
Septembre est là, l'été s'en va..."
"Esta noche el viento viene del mar.
Septiembre está allí, el verano se va..."
La canción es una serranilla, pero es meteorológicamente precisa, ya que es justamente en el equinoccio cuando sopla el autan.) 17 “De la bande à Éole” (De la banda de Eolo). Éole, del griego “Aiolos", el latín “Aeolus". Eolo es el dios de los vientos, el que hace girar los aerogeneradores.
18 “En un mot: le mistral.” (En una palabra: el mistral). “Mistral” procede de “maestral” provenzal, del “maestro” latino. El mistral es el “viento magistral", el “viento maestro” de la Provenza. Sopla desde el norte (es el límite de Borgoña) y toma su impulso en el valle del Ródano para conducir a veces violentamente al Mediterráneo. Puede durar semanas.
Esta rima fácil (mistral / magistral) ya la utilizó Cyrano, por ejemplo, en su diatriba por su nariz con Edmond Rostand:
"Emphatique: aucun vent ne peut, nez magistral,
T'enrhumer tout entier excepté le mistral!"
"ningún viento puede, nariz magistral,
frío entero, excepto el mistral!"
Sobre el Mistral, en mi alguna región (Toulon), se habla de la “regla de 3”: ¡Sopla 3 horas, o 3 días o 3 semanas! En el valle del Ródano, es el más fuerte. En el corredor Valencia-Montélimar-Avignon, se dirige a Aix-Aubagne-Marseille, luego pierde gradualmente fuerza moviéndose hacia el oeste (en las proximidades de Salon-Arles-Nimes) y después se dirige hacia el este (pasando por por Toulon, donde todavía es formidable, a las afueras de St-Tropez/Fréjus). 40 “Je lui laisse emporter mes tuiles en passant.” (Le dejo que se lleve mis tejas al pasar). Por primera vez, el viento se presenta desde una perspectiva negativa, incluso si el narrador realmente no le presta atención. La evocación de Eolo nos permite imaginar al Viento como un dios caprichoso que, como Saturno, juega a destruir rosas para matar el rato ("Saturno", de Brassens ).
60 “Y' avait un' seul' girouette ; y' en a maintenant trois.” (Había una sola veleta; ahora hay tres). ¿Cuál es el interés material en poseer tres veletas? Ninguno, evidentemente; por lo tanto, hay que suponer que las tres veletas son una forma de celebración del viento, de diversión propuesta a este dios juguetón.
67 “À l'ombre d'une treille” (A la sombra de un enrejado). Treille, en origen, es un término empleado en horticultura que denota la estructura (generalmente un marco) utilizado para el cultivo de ciertas plantas trepadoras, especialmente la vid. En el lenguaje común, se refiere al conjunto formado por el “armazón” y la planta, un dispositivo frecuentemente utilizado en los países del Sur para formar un rincón de sombra.
79 “Je mis un' voil' de plus à mon petit bateau.” (Puse una vela extra a mi pequeño bote). Tal vez, en “una cuerda más a su arco". En el último verso de cada estrofa, a Brassens le gusta “hacer un sacrificio a Eole", ofrecerle como recompensa cosas para jugar: un molino de viento, tejas para llevar, un par de veletas más en su tejado y una vela más en su barquito (que quizá aluda al “pequeño barco de pesca” - canción que canta en otro lugar del álbum).
99 “Je lui donne toujours mes bœufs à décorner.” (Siempre le doy mis bueyes para que los descuerne). Un viento “à décorner les boeufs” (como para descornar los bueyes) es un viento muy fuerte. ¿Debe compararse esta imagen en cuernos con el estado calenturiento en que se encuentra el poeta en este último verso? Es tentador pensarlo así. Tanto más tentador cuanto también hay una expresión que habla de “un vent à décorner tous les cocus (du village ou de la région”), es decir: un viento para condecorar a todos los cornudos del lugar.
La conclusión es ciertamente divertida, especialmente en su expresión popular en su alusión a los cuernos. Pero esto no explica el determinante posesivo “mes” (mis). Lo veo como la culminación del culto del dios del viento, porque aquí se refiere a los sacrificios de los animales practicados en la antigüedad. Sin embargo, debe quedar claro que todas las alusiones a un culto están destinadas principalmente a hacer reír a la gente a través del absurdo de lo que hoy percibimos como supersticiones. E incluso podemos ir más allá sugiriendo que más allá de la herencia greco-latina, es el folclore del culto hecho a cualquier deidad a la que se burla: tres veletas para adorar el viento no tienen más significado que por ejemplo unas gotas de agua para bautizar o bendecir.
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