El paraguas (análisis)
02 Ell' cheminait sans parapluie,
03 J'en avais un, volé sans doute
04 Le matin même à un ami.
05 Courant alors à sa rescousse,
06 Je lui propose un peu d'abri ;
07 En séchant l'eau de sa frimousse,
08 D'un air très doux ell' m'a dit oui.
09 Un p'tit coin d' parapluie,
10 Contre un coin d' paradis.
11 Elle avait quelque chos' d'un ange,
12 Un p'tit coin d' paradis,
13 Contre un coin d' parapluie.
14 Je n' perdais pas au change,
15 Pardi !
16 Chemin faisant, que ce fut tendre
17 D'ouïr à deux le chant joli
18 Que l'eau du ciel faisait entendre
19 Sur le toit de mon parapluie.
20 J'aurais voulu comme au déluge,
21 Voir sans arrêt tomber la pluie,
22 Pour la garder sous mon refuge,
23 Quarante jours, quarante nuits.
24 Un p'tit coin d' parapluie,
25 Contre un coin d' paradis.
26 Elle avait quelque chos' d'un ange,
27 Un p'tit coin d' paradis,
28 Contre un coin d' parapluie.
29 Je n' perdais pas au change,
30 Pardi !
31 Mais bêtement, même en orage,
32 Les routes vont vers des pays ;
33 Bientôt le sien fit un barrage
34 A l'horizon de ma folie.
35 Il a fallu qu'elle me quitte,
36 Après m'avoir dit grand merci,
37 Et je l'ai vue toute petite
38 Partir gaiement vers mon oubli.
39 Un p'tit coin d' parapluie,
40 Contre un coin d' paradis.
41 Elle avait quelque chos' d'un ange,
42 Un p'tit coin d' paradis,
43 Contre un coin d' parapluie.
44 Je n' perdais pas au change,
45 Pardi !
Análisis
00 “Le
parapluie” (El paraguas).
03 “J'en
avais un, volé sans doute” (Tuve uno,
probablemente robado). En Georges Brassens el concepto de propiedad es muy
particular: Nunca consideró robo lo tomado por necesidad. Ver Le mécréant, Stances à un
cambrioleur, La mauvaise réputation;
así como artículos en "El
Libertario". El robo está presente en otras
canciones: Le mécréant, (“Nunca robe”), Les quatre bavhelliers, Chanxon pourt l’Auvergnat (“cuando los gendarmes me llevaron” ¿por qué
delito sería? Por el robo probablemente)
06 “Je
lui propose un peu d'abri;” (Le ofrezco
un refugio). Probablemente tendría sentido llevar a cabo un estudio exhaustivo
de esta canción y La tormenta. Propongamos algunas pistas: el hombre tiene
refugio, está protegido del mal tiempo, de ahí su gusto por el mal tiempo;
mientras que la mujer está desamparada, sola, aunque aquí parece menos
complaciente que la esposa del comerciante de pararrayos. Hablemos del objeto:
el pararrayos que, como el paraguas, es símbolo masculino (fálico, si se quiere);
es decir, el vínculo entre el narrador y un doble cómplice (Benjamín Franklin)
o el engañado (el amigo robado o el representante de pararrayos). El tema del
encuentro sin un mañana es recurrente en Brassens. También es el tema de
"Passantes". Uno tendría entonces los grados completos del
acercamiento: - Transeúntes: distancia limitada a la mirada- El paraguas: más
cerca (proximidad física, conversación) - La tormenta: completa (pero única).
18 “Que l'eau du ciel faisait entendre” (que el agua del cielo hacía escuchar). El agua del cielo, juego
perifrástico que utiliza un vocabulario extremadamente simple, incluso
infantil. El diccionario nos dice que el agua del cielo significa lluvia.
19 “Sur le toit
de mon parapluie.” (En el techo
de mi paraguas). Escúchese la aliteración de dentales que imita el pequeño
sonido de gotas de agua que caen sobre el paraguas.
23 “Quarante
jours, quarante nuits.” (Cuarenta
días, cuarenta noches). Referencia al episodio bíblico de la inundación, que
duró cuarenta días y cuarenta noches. Uno se pregunta también, si esta expresión
no le sugiere subliminalmente a J. Sabina el título de “19 días y 500
noches”) Porque, inspiración, le produjo mucha…
32 “Les
routes vont vers des pays;” (Las
Carreteras van a alguna parte). Se puede suponer que el camino de la joven (que
puede ser una dama) le trae de vuelta a su hombre, que representaría una
barrera más feroz que la frontera invisible de otro lugar. Esta interpretación,
sin duda un poco arriesgada, tiene además el mérito de sugerir un nuevo
personaje familiar de los textos de Brassens, el marido despreciado (aunque
sólo sea con la intención).
33 “Bientôt
le sien fit un barrage” (Pronto la
suya puso una barrera). Barrage procede del campo léxico de agua y lluvia. En este
caso como obstáculo.
38 “Partir
gaiement vers mon oubli.” (Salir
alegremente hacia mi olvido). Una vez más, la comparación con La Tormenta es
necesaria, ya que la mujer también olvida al narrador y sigue siendo sólo una
pequeña flor que se pierde. Y, sobre todo, en ambos casos, es la mujer la que
está en el origen de la ruptura, y el narrador se encuentra en una situación
pasiva que transcurre a través de la mirada: la contemplación de los cielos para
mantener una esperanza ilusoria (en la tormenta) o aquí en la fascinación
contemplativa.
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